La biomasa es muy rentable en España
El precio que se paga por la energía varía con el tiempo. En España, el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) elabora informes de la evolución de estos precios. La diferencia entre los combustibles fósiles y las pellas de biomasa es grandísima: más del 60%.
Producir energía térmica con gasóleo cuesta 8,78 céntimos de euro por kilovatio-hora (c€/kWh), mientras que hacerlo con pellas de madera a granel cuesta 3,38. En la revista Bioenergy International aseguran que el precio del gas natural está en 5,92 c€/kWh. La electricidad cuesta 14,55, pero se prevé que aumente de precio debido a la crisis y a la tasa energética impuesta a las eléctricas.

Más datos sobre el incremento de los precios de los combustibles fósiles respecto a losbiocombustibles sólidos como la biomasa. Desde 2010, el precio del gasóleo para calderasha aumentado un 70%. En cambio, el precio de los pellets o pellas se ha mantenido constante. Y seguirá siendo así: el petróleo subiendo, la madera estable.
Las empresas del sector, productores de pellas, distribuidores y fabricantes de calderas, etc., están usando las redes sociales para promocionar este modo barato y menos contaminante de generar energía. El usuario que opte por la biomasa puede ahorrar mucho dinero.

Otros tipos de biomasa, aún más baratas

La biomasa es muy rentable en España
En cuanto a otros combustibles, el precio del gas licuado del petróleo también es superior a la biomasa: el butano de bombonas de 12,5 kilos es de 10,28 c€/kWh y el de propano de bombonas de 11 kilos de 10,28 c€/kWh. Otros biocombustibles sólidos son aún más baratos: lacáscara de almendra triturada se vende a 2,22 c€/kWh, la astilla de pino triturada a 1,39 y elzuro de maíz triturado a 1,29.
La asociación Avebiom pronostica un aumento general del precio de la energía debido a la nueva tasa energética, que afecta a todos los métodos de generación de energía y que las eléctricas, sin duda, acabarán haciendo pagar al cliente. También hay que contar con el déficit de tarifa. En definitiva, la biomasa sólida es el combustible más competitivo para el usuario final y el más estable en precio.