Javier Dies, catedrático de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) en Ingeniería Nuclear ha definido el ITER como “la Sagrada Familia desde el punto de vista científico”, el cual cuenta con un presupuesto directo de 4.500 millones de euros. España va a poder hacerse cargo de la gestión de la UE, lo que supone controlar casi la mitad del presupuesto total, unos 2.000 millones de euros, desde la sede de Barcelona. Para el profesor de la UPC, este hecho “puede provocar que la participación de nuestro país en el ITER sea más alta. De hecho, el país que más contratos se ha llevado del programa europeo de fusión ha sido España”. Francia, por su parte, ha sido el país elegido para ubicar la planta donde se va a experimentar y generar la energía de fusión nuclear.
El ITER aún va a tardar entre 8 y 9 años en construirse. A pesar de ello, los planos ya están hechos y las piezas más complicadas ya están diseñadas y fabricadas. Además, harán falta 20 años más para seguir haciendo experimentos.
¿Por qué escoger la energía de fusión nuclear? El procedimiento que utiliza la fusión nuclear para la obtención de energía a partir de agua puede definirse, según explicó Dies en la segunda jornada de las Barcelona Tech Summer Sessions, como “un sol artificial”, ya que se llegan a generar 100 millones de grados de temperatura. De esta forma, por cada litro de agua se obtiene una energía equivalente a quemar 300 litros de petróleo. Es por ello que el catedrático de la UPC lo considera “una fuente de energía masiva porque mientras haya agua, podrá haber energía”.
Sin embargo, una central eléctrica que funcione con gas necesita que al año le llegue el suministro de siete “superbarcos” cargados con 1.380.000 toneladas. Si esta misma electricidad se generase a partir de petróleo serían necesarios diez “superpetroleros” con 2 millones de toneladas y si funcionase con carbón harían falta 250 trenes con 100 vagones cargados con este mineral. Si esta misma central eléctrica se sirviese de la energía de fusión nuclear tan solo necesitaría al año el suministro de una furgoneta con capacidad para 1.000 quilos. Además, “la materia prima está en todas partes, ya que se trata de agua”, comenta Dies.
El catedrático de la UPC reconoció que a la energía nuclear de fusión le quedan pendientes algunas asignaturas como conseguir que el sistema funcione durante más tiempo, ya que por ahora sólo se ha conseguido producir durante “unos pocos segundos”, así como lograr un precio razonable atractivo para el consumidor.
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