Los paneles solares impresos simplifican la fabricación y
las aplicaciones de la energía solar. La impresora utiliza una especie de tinta
con propiedades fotovoltaicas. Se puede imprimir sobre láminas flexibles y
otros materiales. En el futuro se podrá aplicar en ventanas y fachadas
El doctor Scott Walkins con una lámina de paneles solares
flexibles.CSIRO
NACHO PALOU
06.06.2013 - 11:09h
La impresora utilizada en Australia por investigadores del
Victorian Organic Solar Cell Consortium tiene la particularidad de que puede
imprimir células o paneles solares de material orgánico a tamaño A3 en su
equivalente en papel convencional. Es decir, casi 30 cm de ancho. El proceso de
impresión se realiza por transferencia en el que polímeros orgánicos
semiconductores con propiedades similares a las del silicio utilizado en los
paneles solares convencionales, se diluyen en líquido para poder ser utilizados
de forma similar a la tinta. El soporte de impresión puede ser una lámina
flexible de plástico transparente (haciendo que el panel sea semitransparente)
u otras superficies tales como el acero. Esto permitiría cubrir con paneles
solares impresos ventanas de edificios y otras superficies de estos como
fachadas y azoteas, proporcionando electricidad a partir de la luz del sol. Primeras
aplicaciones de los paneles solares. Sin embargo, según los investigadores, a
corto plazo su objetivo es aplicar los paneles solares impresos en la
electrónica de consumo y en pequeños dispositivos. Más adelante pueden ser un
desarrollo clave para ampliar sus aplicaciones y usos de tal modo que en el
futuro una parte de la electricidad consumida no proceda de las fuentes
tradicionales, sino de una variedad de fuentes alternativas combinadas con las
fuentes de energía utilizadas actualmente. La potencia eléctrica generada por
estos paneles fotovoltaicos orgánicos es de entre 10 y 50 vatios por metro
cuadrado dependiendo de la cantidad de luz solar recibida, aunque los
investigadores aseguran haber alcanzado picos de hasta 80 vatios en el
laboratorio. Por el momento produce cantidades limitadas de electricidad: 50
vatios por metro cuadrado significa que, en el mejor de los casos y a pleno
sol, un metro cuadrado apenas permitiría encender una bombilla de 40 vatios de
potencia. Y eso mientras el panel recibe una buena cantidad de luz solar
directa. Aún así, a pequeña escala puede servir para alimentar o cargar las
baterías de aparatos con pocas exigencias energéticas. Incluso puede tener
aplicaciones en señales de tráfico o carteles publicitarios iluminados sobre
los que se imprimiría directamente el recubrimiento fotovoltaico. Aunque
actualmente los investigadores están produciendo cantidades moderadas del
material destinado a la investigación y el desarrollo, calculan que en
producción a gran escala el precio equivalente podría estar por debajo de un
euro por vatio. Aún está por conocer la durabilidad y resistencia de estos
paneles impresos, aunque de momento aseguran que no sufren pérdidas apreciables
de eficiencia después de seis meses de uso. La eficiencia -la proporción entre
la superficie y la luz solar recibida y la electricidad generada- es otro de
los aspectos que, como sucede con los paneles convencionales, aún debe
mejorarse. La 'tinta fotovoltaica' es un objetivo perseguido por investigadores
de todo el mundo desde hace tiempo al ser una forma rápida, económica y
efectiva de aprovechar la energía suministrada por el sol; por ejemplo
utilizándola como recubrimiento -pintando literalmente- los tejados de
edificios y viviendas.
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