CIENCIA Y
TECNOLOGÍA | REDACCIÓN | OCTOBER 8, 2011 AT 11:50 AM
Por Amanda Wilson
WASHINGTON, oct (IPS)
– Las viviendas solares construidas por universitarios en el parque National
Mall, en la capital estadounidense, son una prueba de que este país puede
competir con otros en materia de energías renovables, crear empleo y ganarle
“al cambio climático”, señaló el secretario de Energía, Steven Chu.
Las viviendas fueron diseñadas y
construidas en el marco de la competencia bienal Solar Decathlon, patrocinada
desde 2002 por el Departamento de Energía (DOE), en la que estudiantes
universitarios deben levantar unidades accesibles, eficientes en materia energética
y con un atractivo diseño arquitectónico.
Participaron 400 estudiantes en 20
equipos de distintos países y 200.000 personas visitaron las casas en una
semana, estimó el DOE.
Eficiencia energética
atractiva
En una de las casas, la luz entra a
la cocina a través de un “muro viviente” de plantas y hierbas en estanterías.
El prototipo fue construido por el equipo del Middlebury College, del estado
estadounidense de Vermont.
Inspirada en granjas de Nueva
Inglaterra, la vivienda tiene ventanas al sur, tragaluces, lavadora y secadora
de carga frontal, terraza de roble blanco de Vermont y muebles diseñados por
los estudiantes, quienes trabajaron dos años en el proyecto reuniéndose una vez
por semana para crear, financiar y construir la casa.
“Encarna el espíritu de lo que
tratamos de hacer en Middlebury”, dijo Alison Thompson, de estudios ambientales
de la pequeña facultad de humanidades. Sin ingenieros logramos presentarnos a
la competencia, dijo a IPS. “Estamos emocionados de haber llegado hasta aquí”, añadió.
El equipo, conformado por
estudiantes de inglés y de ciencias políticas, se abocó a la tarea a instancias
de la madre de uno de ellos y obtuvieron el primer lugar en el concurso de
atractivo para la comercialización.
Hechos ignorados tras
el cierre de Solyndra
La bancarrota de Solyndra, una
planta de fabricación de células solares de California, con una garantía de
préstamo federal de 535 millones de dólares, instaló en septiembre una
discusión sobre el futuro de las energías alternativas en Estados Unidos.
Los detractores citan el caso como
argumento de que ya pasó el cuarto de hora del sector de energías renovables y
que no merece el apoyo del gobierno.
“Se menciona a Solyndra como ejemplo de que la
energía solar no funciona en Estados Unidos o que no puede competir en el
mercado internacional. Con ese caso se trata de matar a toda la industria”,
dijo Ochs a IPS.
De hecho, la industria de energía
alternativa creció 69 por ciento el año pasado, se duplicó a un ritmo mucho
mayor que la de los combustibles fósiles, que creció en un porcentaje mínimo, o
la energía nuclear, el único sector que registró un crecimiento negativo,
indicó Ochs.
Las personas que cuestionan el
apoyo estatal que recibe la energía renovable no tuvieron en cuenta el alto
costo comparativo de los subsidios a los combustibles fósiles, remarcó.
El sector recibió 72.500 millones
de dólares en subsidios entre 2002 y 2008, mientras que la energía renovable
obtuvo 29.000 millones de dólares en el mismo periodo, de los que una
importante proporción se destinó a los biocombustibles, según un estudio del
Environmental Law Institute.
La industria de los combustibles
fósiles recibió 557.000 millones de dólares en subsidios estatales en todo el
mundo en 2009, mientras que la de la energía renovable y de biocombustibles
juntas concentraron 46.000 millones de dólares, según el Banco Mundial.
Tras mencionar los subsidios
directos, indirectos y de infraestructura, incluso los que figuran como costos
externos de salud y ambientales, Ochs se preguntó cómo los detractores arguyen
que las alternativas renovables podrían competir sin subsidios.
“Veinte años después de que
comenzáramos a tomarnos en serio el cambio climático y, a la luz de los
problemas económicos y de salud que conlleva el uso de combustibles fósiles,
seguimos poniendo 12 veces más recursos en ellos”, dijo a IPS.
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