La NASA registra una de las llamaradas solares más intensas
y analiza sus consecuencias. Los científicos estudian si el flujo de las
partículas se cruzará con la atmósfera. Las llamas del sol son las responsables
de espectáculos como la aurora boreal.
EUROPA PRESS
16.03.2014
La NASA ha registrado una de las llamaradas solares más
intensas de lo que va de año. Este fenómeno, que tuvo lugar el pasado 12 de
marzo, ha alcanzado la clase M9.3, es decir, "sólo un poco menos intensa
que las de mayor categoría, que se etiquetan como clase X", ha explicado
la experta Karen Fox. Esta llamara proviene de una región de carga magnética
del Sol conocida como 11996 AR. Ahora, los meteorólogos del Observatorio de
Dinámica Solar (SDO) de la agencia espacial estadounidense están estudiando si
el flujo de partículas solares provocado por la llamarada va a cruzarse en
algún momento con la atmósfera de la Tierra. Las consecuencias de las tormentas
solares pueden ser nefastas para los satélites que orbitan alrededor del
planeta o, si llegan al nivel suficiente de intensidad, pueden influir en la
comunicación por radio e incluso las redes de energía en la Tierra. Sin
embargo, también son las responsables de espectáculos de gran belleza, como las
auroras boreales en los polos. Actualmente, el pico de actividad del Sol está
en lo más alto de su ciclo --que dura 11 años-- y, por ello, ya son varios los
episodios brillantes e intensos que se han vivido en los últimos meses. Esta
gran actividad de la estrella también ha supuesto que el Centro de Predicción
de Clima Espacial del NOAA haya puesto en marcha un plan de actualizaciones
periódicas sobre la actividad solar en los próximos días.
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