Bruselas aprueba la reducción de ayudas a las renovables en la UE sin carácter retroactivo
- Además, la energía procedente de esas fuentes tendrá que entrar en el mercado
- Así, su precio será el del mercado -pero modulado- en lugar del fijo actual
- El nuevo sistema de ayudas se probará en una fase piloto en 2015 y 2016
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La Comisión Europea ha aprobado este miércoles nuevas reglas que restringirán las ayudas públicas a las energías renovables y obligarán a integrar progresivamente en el mercado la electricidad producida a partir de esas fuentes de energía. El objetivo de esta normativa es que el futuro apoyo a las renovables se haga "de forma más inteligente, menos costosa y menos distorsionadora", según ha explicado el vicepresidente y comisario de Competencia, Joaquín Almunia.
Esa nueva normativa -que estará en vigor desde el próximo 1 de julio hasta 2020- no es retroactiva, ya que no afecta a los regímenes ya en vigor, autorizados en virtud de las reglas existentes.
Esa entrada progresiva en el mercado se produciría cuando las tarifas fijas que se pagan ahora por la energía producida por las renovables se sustituyan gradualmente por recargos de compra, es decir, por un cargo adicional -decidido por las ayudas que recibe cada instalación- que modularía el precio general fijado en el mercado con la concurrencia de todas las fuentes de electricidad. Según Bruselas, este cambio permitirá que "las renovables sean más sensibles a las señales del mercado".
Fase piloto en 2015 y 2016 para nuevas ayudas
En cuanto a las nuevas reglas para fijar las ayudas a las renovables empezarán a aplicarse también de forma progresiva. Entre 2015 y 2016 se pondrá en marcha una fase piloto en la que los Estados miembros podrán probar estos nuevos procedimientos de licitación para las ayudas a las renovables en una pequeña parte de su nueva capacidad de producción de electricidad.
Desde 2016 se aplicarán de forma general, aunque se deja a los Estados miembros margen de maniobra para tener en cuenta las particularidades nacionales.
Las pequeñas instalaciones estarán sujetas a un régimen especial y podrán beneficiarse todavía de precios fijos de compra o medidas equivalentes.
Se rebajan los recargos por renovables a una selección de industrias
Además, la reforma permitirá a los Estados reducir los recargos en la tarifa eléctrica para financiar a las renovables a 63 industrias de la UE con alto consumo de electricidad. Además, los países miembros tendrán margen para aplicar rebajas a otras compañías. Ello facilita que Bruselas cierre el expediente que ha abierto contra Berlín por estos descuentos.
Otra novedad es que las reglas autorizan las ayudas dirigidas a garantizar una producción eléctrica suficiente cuando existe un riesgo real de déficit de capacidad. Ello permitirá a los Estados miembros animar a los productores a crear nuevas capacidades de producción, o impedirles cerrar instalaciones existentes, o recompensar a los usuarios que reduzcan su consumo de electricidad en horas punta.
Finalmente, las nuevas reglas facilitan las ayudas públicas a las infraestructuras energéticas, en particular las interconexiones o los proyectos en las regiones menos desarrolladas.
Almunia: muchas ya tienen madurez suficiente para competir
La polémica generada por las nuevas reglas ha forzado una votación en el Colegio de comisarios, algo poco frecuente, que se ha saldado con 18 votos a favor, 1 en contra y 3 abstenciones. Alemania tampoco estaba "muy contenta" con esta normativa, según ha admitido el propio Almunia, aunque en las últimas semanas "se han resuelto muchos problemas a nivel político".
Para el responsable comunitario de Competencia, "muchas fuentes de energía renovable han alcanzado una escala y un nivel de madurez que les permite competir con otras fuentes más convencionales". "Es tiempo de que estas tecnologías respondan a las señales del mercado y que las ayudas públicas se concedan mediante un procedimiento competitivo", ha resaltado.
El vicepresidente del Ejecutivo comunitario ha señalado que "las grandes cantidades de subvenciones" concedidas en los últimos años a las renovables por parte de los Estados miembros se han traducido en "aumentos significativos de costes para los usuarios de electricidad, tanto los consumidores como las empresas". Además, "han protegido a los productores de renovables del riesgo, permitiendo la producción de electricidad sin tener en cuenta la demanda real".
"Esto ha afectado a los precios mayoristas de electricidad y ha debilitado las señales de precio para la inversión en generación de electricidad a partir de otras fuentes", ha asegurado Almunia, que ha añadido que las primas han provocado "distorsiones de competencia, tanto dentro de los Estados miembros como entre unos países y otros".
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